La antigua industria tecnológica estaba en manos de ingenieros informáticos y personas que se habían sacado un máster; la nueva industria tecnológica está llena de jóvenes embaucadores y sin ética ninguna, el tipo de jovencitos (y casi todos son varones) que vieron la película La red social, se fijaron en el personaje de Mark Zuckerberg —que aparece como un gilipollas mentiroso, ladrón y traicionero— y salieron del cine deseando ser como él.