leer más, exponerte a más y pensar más. Deja de depender en que la información llegará a ti de forma pasiva; aprende de manera proactiva sobre lo que te interese. Mantén una curiosidad intelectual. Desarrolla opiniones al pensar a través de perspectivas diferentes, conviértete en un conocedor en general. Estos dos puntos te hacen el tipo de personas con las que una conversación fluida ocurre de manera natural y no tiene que ser fabricada.