Pablo

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La ley prescribía asar el cordero pascual, y no cocerlo o guisarlo. Algunos intérpretes posteriores añadieron que el cordero no debía asarse sobre espetones de metal. ¿Por qué? Porque entonces la carne quedaría asada a la parrilla por el contacto con el metal y no asada al fuego. Una razón semejante llevaba a los intérpretes a prescribir que los espetones estuvieran hechos de madera de granado, una madera muy seca que impedía que de forma inadvertida la carne del cordero quedara asada o cocida al vapor[1].
La cuarta copa (Patmos)
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