Era posible que Numeen llevara bastante tiempo sin saber que estaban usando su esquirla de hueso, pero empezaría a notar por las mañanas y a última hora del día un debilitamiento en las extremidades, un agotamiento poco natural en los hombros, como si llevase encima una manta mojada. El cansancio se convertiría en un compañero constante. Y finalmente moriría, demasiado pronto y demasiado joven.