Juan Camilo Velandia Quijano

62%
Flag icon
Ese poder Miguelito lo tenía y se llamaba fantasía, y en su compañía se juró nunca más entristecer, nunca más sentirse solo o apocado. Supo que, allá arriba, en su cabeza, residían sus escapes y sus refugios.
El hijo del Capitán Trueno
Rate this book
Clear rating
Open Preview