Juan Camilo Velandia Quijano

72%
Flag icon
Empezaba a asomar la tristeza. Aquella simulación de felicidad absoluta que la enjaulaba era la misma que tiene atrapados en el aburrimiento a los todopoderosos. No hay nada que les haga ilusión, nada que les sorprenda. Nada que les entusiasme, nada que les divierta. Desdichados, vagan por un desierto de abundancias, y el solo roce de un cariño les devuelve a la vida. Se les activan las ilusiones y sienten algo parecido a alguna emoción pura, buena.
El hijo del Capitán Trueno
Rate this book
Clear rating
Open Preview