Si crees que esta tontería del entrenamiento va a tener como resultado meterte en mi cama, estás delirando. —Y agregó con una media sonrisa—: Preferiría dejar entrar a un perro callejero sarnoso. —Oh, no, el resultado no va a ser que yo me meta en tu cama. Nesta disimuló una risita. Victoria lograda. Y estaba llegando a la escalera cuando oyó que canturreaba: —Tú querrás meterte en la mía.

