SotoWorld

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La primera vez que vi esa expresión en tu rostro, todavía eras humana. Todavía humana, y casi me arrodillo ante ti. —Su aliento le acarició la oreja y ella no pudo evitar que sus ojos parpadearan para cerrarse. La sonrisa de él le rozó la sien—. Tu poder es una canción, una que he esperado mucho mucho tiempo para escuchar, Nesta.
Una corte de llamas plateadas (Una corte de rosas y espinas, #4)
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