El martilleo mismo descubre la específica “manejabilidad” del martillo. Llamamos Zuhandenheit (“estar a la mano”) al modo de ser del útil en el que este se revela por sí mismo».[118] La mano precede a toda representación. El pensamiento de Heidegger siempre se esfuerza por penetrar en una esfera de experiencia que se halla bloqueada por el pensamiento de representación y objetivador y que antecede a este. Es justamente la mano la que tiene acceso a la esfera original del ser, la cual va por delante de toda forma de objetivación.