More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
—Nunca te encojas. —Un frío susurro en su oreja—. Nunca temas. Y nunca, jamás, olvides.
Un tipo listo podría haberse fijado en que la sombra de la chica era un poco más oscura que las demás. Un tipo listo podría haberse fijado en que era lo bastante oscura para dos. Por suerte, a bordo del Pretendiente había escasez de tipos listos.
Y joder, vuestros poetas mienten más que hablan.
Según la leyenda, descendían de las hijas de gigantas que yacieron con hombres de lengua de plata, pero la logística de dicha leyenda se derrumba ante cualquier escrutinio serio.5
—Las arañas pequeñas son las que tienen el veneno más peligroso, amigos —
La embargó un escalofrío. No por la idea de morir, ojo, porque en realidad ningún niño se cree menos que inmortal.
un estallido de blasfemias tan coloridas que podrían lanzarse al aire y componer un arcoíris.
—Cabronazo… —siseó. Miró a Don Majo, sentado en el camino a su lado—. Ni. Una. Puta. Palabra. —… miau… —dijo él.
Cuando hayáis acabado de entonar vuestra Oda a lo Evidente,
—Tu mente va a servirte mejor que cualquier baratija que exista bajo los soles —le dijo—. Es un arma, Mia. Y como cualquier arma, requiere práctica para blandirla con destreza.

