Siempre hay un primer paso. Ese que nos pone en camino y marca todos los que vendrán después. El que se convierte en brújula y nos señala una dirección. Encontrar esas fotografías fue mi primer paso en un viaje cuyo destino aún hoy desconozco. Porque así es la vida, aleatoria, impredecible, imposible de planificar. Y no dejas de vivirla hasta el día que mueres, porque ese es su verdadero destino. Su fin.

