More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
«La pluma que se desprende de un ala no está perdida», le había dicho Gil, «es libre».
—Eres las persona más fuerte que he conocido, Cástor Aquileo, y no lo digo porque fueras el que más rápido corría o el que más fuerte pegaba. Lo digo porque cuando caías al suelo, siempre te esforzabas para volver a levantarte. Eso es lo que tienes que hacer ahora. Deja tus sentimientos en la lona y levántate.
—Tú sola te bastas
No lo hagas para vengarte de ella. No lo hagas por rabia. Hazlo por ti.
Las emociones eran un incordio para una mente puramente racional, pero incluso ella reconoció la amenaza que suponían los demás por el simple hecho de estar cerca. Era fácil controlar a una persona sola, pero no así hacerlo con alguien que tiene cerca a sus seres queridos y cuenta con su protección.
La ira no es buena ni mala por sí sola. Puede darte fuerza, ayudarte a concentrarte en un objetivo, pero cuanto más tiempo habita en tu interior sin supervisión, más tóxica se vuelve.
cuando no podemos cambiar el pasado, lo único que queda es seguir avanzando.
—Lore —repuso Cástor, sin alzar la voz—. Nací sabiendo cómo hacer tres cosas: respirar, soñar y quererte.