—Cástor… —comenzó a decir Lore, indecisa. No quería hablar de ello. Le parecía una traición hacia él—. Cástor no quiere que me pase de la raya. —¿Y tú no eres capaz de determinar ese límite por ti misma? —preguntó Atenea—. ¿Antepones su juicio al tuyo propio? —Cástor está intentando protegerme —replicó Lore. Era lo que siempre había hecho, del mismo modo que ella había intentado protegerlo a él, a su manera. —¿De quién? ¿De qué? —inquirió Atenea—. ¿De ti misma? ¿De lo que podrías llegar a ser si aceptaras lo que eres y no lo que él quiere que seas?