—Y tampoco cambia mi propósito de empezar el año sin ti —continúa. El dolor que me causa esta frase me impide respirar. Conozco a Ruby. Cuando se ha puesto una meta la persigue, y no deja que nadie la desvíe de su camino. Ha venido para poner punto final. —Nunca más volverá a suceder... Nunca más volveré a hacer algo semejante —digo entre sollozos. —Espero que sea así con tu próxima novia. Noto que el pánico se apodera de mí. —¡No habrá otra, joder!

