Albita

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Cierta gente habla consigo misma. Y hay quienes cantan para sí mismos. ¿Resulta un grupo mejor que el otro? ¿Acaso no creó Dios a los hombres iguales? Sí, Dios creó a los hombres iguales. Pero solo a algunos les concedió la habilidad de crear sus propias palabras.
Un día cualquiera en Nueva York
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