última vez que habíamos comido todos juntos en familia. «¿Cuándo fue?» Intentaba desesperadamente hacer retroceder las agujas del reloj. Deseaba poder volver al pasado. Y sabía que no podía. Nunca volveríamos a estar los cuatro juntos como una familia, algo que, en el pasado, me había parecido tan trivial, tan banal… Nunca: esa palabra fría como el hielo me dejó congelada por la pena.

