En otras palabras, el niño enojado se mete en un lío y experimenta rechazo. En consecuencia, desvía la ira y el rechazo internamente, contra su propio yo, para poder preservar el vínculo con el padre. Esto, a su vez, conduce a los «fuertes sentimientos de incompetencia y un pobre concepto de uno mismo» que los investigadores han hallado en personas con enfermedades reumatoides. «No es infrecuente que la ira sea dirigida lejos de la figura de apego que la provocó y se dirija en cambio contra el yo —explica Bowlby—. El resultado es una autocrítica inapropiada» 6. En las enfermedades autoinmunes,
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