las emisiones de gases de efecto invernadero seguramente se han reducido solo un 5 por ciento, tal vez menos. Lo que me llama la atención no es dicha disminución, sino lo leve que ha sido. Este ligero decrecimiento de las emisiones demuestra que utilizar menos el coche y el avión no bastaría para alcanzar la meta del cero, ni siquiera sería el factor más determinante.