Es imposible exagerar la importancia de implementar las energías renovables que ya existen y mejorar la transmisión. Si no emprendemos una renovación radical de la red eléctrica y, en cambio, obligamos a cada región a encargarse de la suya, la tasa verde podría no ser de entre el 15 y el 30 por ciento, sino del cien por cien o más.