El Gran Salto Adelante, la abrumadora campaña económica con la que Mao Tse-Tung había emprendido la transformación del antiguo sistema agrario en una sociedad de comunas, hizo exigencias tan desmedidas a los campesinos, y los obligó a esfuerzos tan insensatos y a resultados tan irreales, que millones acabaron muriendo de hambre mientras los oficiales del partido culpaban de la escasez al mal tiempo.

