Las rencillas ocultas o nunca expresadas que hay en todas las familias, los malentendidos y las palabras que no se dicen o se dicen a destiempo, la falsa idea que nos hacemos de lo que sucede en la cabeza o en el alma del otro: esa compleja red de silencios conspiraba ahora contra la serenidad, y Marianella, en medio de su tristeza, le estaba diciendo a Sergio que tampoco ella iba a asistir al entierro.

