Hay, sin embargo, algo de humor en esta postura. Este suicida se mata porque se siente vejado en el plano metafísico. En cierto sentido, se venga. Es la manera que tiene de probar que «no podrán con él». Es bien sabido, no obstante, que el mismo tema se encarna, aunque con más admirable amplitud, en Kirilov, personaje de Los endemoniados, partidario también del suicidio lógico.