Nuestra ansia de entender, nuestra nostalgia de absoluto solo son explicables en la medida en que justamente podemos comprender y explicar muchas cosas. Es inútil negar absolutamente la razón. Esta tiene su orden en el cual es eficaz. Y es, precisamente, el de la experiencia humana. Por eso queremos aclararlo todo. Si no podemos hacerlo, si lo absurdo nace en esta ocasión, es cabalmente del encuentro de esta razón eficaz pero limitada con lo irracional siempre renaciente.