El emprendedor que funda diez compañías se puede considerar afortunado si al menos una prospera. Pero la persona que no intenta nada no prosperará en nada. Por regla general, hay que buscar la suerte; la suerte no busca a las personas. La acción y la energía atraen la suerte; esta no viene a buscarnos si estamos tumbados en el sofá.

