El sufrimiento es universal, pero el victimismo es opcional. Es inevitable sentirse herido u oprimido por otras personas o circunstancias. Podemos dar por sentado que, por más afables que seamos o por más que nos esmeremos, vamos a padecer dolor. Nos van a afectar factores ambientales y genéticos sobre los cuales tenemos poco o ningún control. Pero todos podemos elegir si seguir siendo víctimas o no. No podemos elegir qué nos pasa, pero sí podemos elegir cómo responder a nuestra experiencia.