Trabaja, ama, juega. Haz una tabla con las horas que estás despierto cada día de la semana. Clasifica el tiempo que inviertes cada día trabajando, amando y jugando. (Algunas actividades podrían encajar en más de una categoría; en ese caso, utiliza todas las etiquetas que convengan.) Al acabar, suma las horas totales que inviertes en trabajar, amar y jugar en una semana normal. ¿Las tres categorías están más o menos equilibradas? ¿Cómo podrías planificar de otra manera los días para dedicar más tiempo a aquello que actualmente está recibiendo menos?