Ledda Danae Danae

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A veces solo hace falta una frase para señalar el camino para escapar del victimismo: ¿me conviene? ¿Me conviene acostarme con un hombre casado? ¿Me conviene comer un trozo de tarta de chocolate? ¿Me conviene darle un puñetazo a mi marido en el pecho porque me ha engañado? ¿Me conviene salir a bailar? ¿Ayudar a una amiga o a un amigo? ¿Me quita fuerzas o me las da? Otra vía para escapar del victimismo es aprender a convivir con la soledad. Es lo que la mayoría de las personas tememos más que a nada. Pero, cuando una se quiere a sí misma, estar sola no significa estar en soledad.
En Auschwitz no había Prozac: 12 consejos de una superviviente para curar tus heridas y vivir en libertad
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