Fue a hablar con mi terapeuta, Andaye, que era amiga de los dos. La primera vez que habíamos ido a verla antes de casarnos fue cuando Gérman quería que yo entendiera que, como mi compañero de vida, era mi prioridad: no mis amigos ni mi trabajo. Y al mismo tiempo, él me hizo su prioridad número uno. Las relaciones son como calles de doble sentido. Pero mi alma feminista inherentemente resintió esa idea. A la larga, Andaye logró hacerme ver que en una pareja sí tienes que poner en primer lugar a tu amado. Mi pareja tenía que ser mi prioridad y eso tenía que ser por amor, no por un compromiso
...more

