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Kindle Notes & Highlights
la vida en una librería consistía en muchos libros y pocos clientes.
No podía culpar al chico de sentirse a gusto en el único lugar del mundo que él también consideraba un refugio.
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ella nunca había sido de las que sueñan en pantalla grande y a todo color. Pero, quizás, si se atrevía a verbalizar sus más alocados deseos, encontraría el coraje necesario para luchar por ellos.
todos los seres humanos necesitan alguna vez creer en la bondad de sus destinos.
—Los arqueólogos son historiadores que se ensucian más las manos.
un lugar que da cobijo a los abogados no puede ser de fiar —por muy pacífico que parezca—
Pues es una verdad universalmente reconocida que toda historia de amor que valga la pena empieza con una invitación a tomar el té.
Los libros no son nuestro negocio, son nuestra vida.
Es nuestro escritor residente. Forma parte del mobiliario de lunes a jueves.
Que un escritor prefiriese su librería al Starbucks del Embankment como refugio en el que crear sus historias le devolvía cierta fe en la humanidad.
Cuando era joven me daban miedo la declaración de impuestos, las historias de serenos de mi abuela y mi noche de bodas.
Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era posible que todas las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería.
Solo cuando sales de casa tomas consciencia de que has nacido en el lado amable del planeta.
somos el compendio de un millón de aportaciones del otro, porque nadie es impermeable; y que todos esos pequeños añadidos constituyan una galaxia de buenas y enriquecedoras intenciones depende de quién nos acompañe en el camino.
Historias en las que apenas ocurre nada extraordinario, cuyos protagonistas no son grandes héroes. Historias en las que la felicidad se mide en pequeños momentos y se halla en los gestos más cotidianos...
Siempre he pensado que ya no quedan vidas como la de los exploradores del siglo diecinueve
«para soñar no es necesario cerrar los ojos, nos basta con leer».
El amor, como la tos, no puede disimularse
lo malo siempre es más fácil de creer.
Si te quedas encerrada en ese caparazón tan duro que tienes te estás perdiendo conocer a mucha gente interesante
No son reliquias, ni tesoros, son el testimonio cultural de otras civilizaciones.
todavía somos incapaces de entendernos a nosotros mismos como humanidad sin hacer diferencias de raza, religión, género o ideología.
—Ser valiente es no rendirte, seguir adelante aunque estés muerto de miedo.
quiero que recuerdes que incluso de entre las ruinas del mayor de los desastres pueden nacer arquitecturas tan extraordinarias como esta.
La inusual tendencia de su amiga a la ternura más insoportable me tiene subyugado.
Pensaba abandonarnos a todos a la primera dificultad que se presentase. —No es eso, pero hay personas que necesitan más tiempo para abrir su corazón.
—El hogar es el lugar donde guardamos los libros. Sir Richard F. Burton.
la mayoría de las personas carecían del valor necesario para salir a la intemperie en busca de aventura cuando en casa tenían calefacción y tele.
No se queje, señora mía. Le acabo de vender toda la saga de Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin. Tiene lectura hasta que llegue el invierno.