El Ickabog

by J.K. Rowling

La palabra «ickabog» deriva de Icabod, que significa «sin gloria» o «se ha ido la gloria».

¿Por qué la gente decide creerse las mentiras que le cuentan aunque las pruebas sean escasas o nulas?

Si a un hombre hecho y derecho no se le llenaban los ojos de lágrimas de placer cuando mordía un dulce de Chouxville, éste se consideraba un fracaso y ya no volvían a prepararlo nunca más.

Kurdsburg era famosa por sus quesos: enormes ruedas blancas, macizas balas de cañón naranja, grandes tambores desmoronadizos entreverados de venas azules y quesitos cremosos más suaves que el terciopelo. Baronstown era célebre por sus jamones ahumados y glaseados con miel, sus lonjas de beicon, sus salchichas picantes, sus tiernos bistecs y sus pasteles de carne de venado.

Y por todo el país los niños y las niñas jugaban a luchar contra el ickabog, intentaban asustarse unos a otros con historias del ickabog y, cuando éstas eran suficientemente convincentes,

veces, ni siquiera los más juiciosos son capaces de anticipar los mayores peligros.

Todo indica que, antes de destripar y comerse a sus víctimas, las obliga a darle clases de lengua.

Mentira sobre mentira sobre mentira; una vez que empiezas es imposible parar: te pasa como al marinero cuyo barco hace agua, que tiene que ir tapando una fuga tras otra para no hundirse.

A veces, no me preguntéis cómo, personas que viven muy lejos unas de otras se dan cuenta a la vez de que ha llegado el momento de hacer algo.

Fuera lo que fuese, había que detenerlos: existía un único ickabog auténtico: ¡el que él mismo se había inventado!—.

Robert Galbraith,