Juan Carlos Sanchez Aguilar

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¿Cuál es el problema en realidad? No es el dinero en sí mismo, sino el amor al dinero. De nuevo, es un asunto del corazón. Suena paradójico, pero es posible que una persona pobre ame el dinero, y que una persona rica no. El problema no está en la cantidad de posesiones materiales que se tienen, sino en la disposición del corazón hacia ellas.
Finanzas bíblicas: Cambia tú y cambiarán tus finanzas (Spanish Edition)
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