Recibí formación sobre esta materia de un experto en actividades al aire libre que insistía en que siempre, hasta en la excursión más nimia, hay que llevar ropa para la lluvia, agua y otras provisiones, que se debe ir preparado para poder pasar fuera el tiempo que haga falta, pues los planes se tuercen y la única cosa que hay segura acerca del tiempo es que cambia.