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Siete pecas. Una por cada uno de sus amores, eso es lo que había dicho Estele, cuando todavía era una niña.
Karla Danixa liked this
Sabe que es viudo y que vive arriba, y que los libros pertenecían a su mujer, Candace; sabe que cuando ella murió, él los recogió todos y los llevó abajo para venderlos, y que es como dejarla ir pedazo a pedazo. Lo que vende es su dolor. Addie sabe que se sienta en la calle porque le da miedo morir en su apartamento y que no lo encuentren. Que nadie extrañe su presencia.
Quiero la oportunidad de vivir. Quiero ser libre.
Toby, que huele a miel, y toca a las personas con la misma habilidad que a los instrumentos, y ocupa un espacio enorme en la cama.
Olvidar es triste, desde luego. Pero que te olviden resulta solitario. Recordar cuando nadie más
lo hace.
Cree que ser olvidada es un poco como volverse loca. Empiezas a preguntarte qué es real,
Si vives lo suficiente, aprendes a leer a las personas. A abrirlas como a un libro; y te das cuenta de que algunos fragmentos están subrayados, y otros, escondidos entre líneas.
Su corazón tiene una fisura. Deja entrar la luz. Deja entrar las tormentas. Lo deja entrar todo.
Disfruta de la vida.
La posguerra fomenta el arte —dice él—.
—Yo también te amo —responde. Y desea que sus palabras sean ciertas.
Lo único que tenías que hacer era dejarme libre. Luc suspira y le alza la barbilla. —No pude. —Por el trato. —Porque eres mía.
Te necesito. Como tú me necesitas a mí. Te quiero, como tú me quieres a mí.

