Cuando la pena y la ansiedad nos acosan o mantenemos oprimido por demasiado tiempo un sentimiento poderoso, que nos vemos obligados a guardar para nosotros mismos, porque no podemos obtener, ni solicitar, la simpatía de ninguna otra criatura viviente, y que por nosotros solos no somos capaces de reprimir por completo, a menudo buscamos alivio en la poesía y a menudo también lo encontramos, ya sea en las efusiones de otros, cuando parecen armonizar con nuestro caso en concreto, ya en nuestros propios intentos de expresar esos pensamientos y sentimientos en versos tal vez no tan rítmicos, pero
...more