More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
no necesitaba a alguien perfecto. Solo necesitaba a alguien perfecto para ella.
y entonces, seguro que no te sorprende, hablé demasiado. Es que no podía parar, pero supongo que es lo que hago cuando estoy nerviosa. Solo podemos esperar que, en el futuro, tenga menos razones para estar nerviosa.»
«… y verás por qué no podía aceptar su proposición. Era demasiado grosero y siempre estaba de un humor de perros. Me gustaría casarme con un hombre refinado y considerado que me tratara como a una reina. O, al menos, como a una princesa. Estarás de acuerdo conmigo en que lo que pido no es descabellado.»
Ella se había pasado la mitad de su vida buscando buenas conversaciones.
Decimos cosas así constantemente —continuó—, para llenar los silencios. Phillip se estaba empezando a dar cuenta de que Eloise no era una mujer de silencios. —Es como cuando… La volvió a besar. —¡Sir Phillip! —A veces —dijo él, con una sonrisa de satisfacción—, el silencio es bueno.
Hombres. El día que aprendieran a aceptar un error, se convertirían en mujeres.
Y, de repente, se le ocurrió que, para ser una mujer que apenas podía estar con la boca cerrada, tenía muchas cosas que jamás había compartido con nadie.
«Cuidado con las mujeres que hacen muchas preguntas. Nunca contestarás lo que quieren.»
Que ella prefiriera estar con gente no significaba que todo el mundo fuera igual.
entendió lo que su madre le había dicho la noche de su boda. El matrimonio era un compromiso y Phillip y ella eran muy distintos. Puede que fueran perfectos el uno para el otro, pero eso no quería decir que fueran iguales. Y si ella quería que él cambiara algunas actitudes por ella, ella tendría que hacer lo mismo por él.
Hay gente que ya nace triste, Phillip. No sé por qué, dudo que alguien lo sepa, pero es así.
«Jamás pensé que me pasaría a mí.»
Algo tan inocente, tan inocuo que, al final, se había convertido en eso, en un amor tan grande y poderoso que apenas podía controlarlo.
Sé fuerte. Sé aplicada. Sé concienzuda.
Ríete. Ríete mucho y con ganas. Y, cuando las circunstancias pidan silencio, convierte la risa en sonrisa.
Todas las respuestas llegarán a su debido tiempo y verás que tus deseos han estado frente a ti todo el tiempo.