Empieza por dominar los primeros dos minutos de la versión más sencilla de la conducta que quieres convertir en hábito. Luego, avanza hasta un paso intermedio y repite el proceso —céntrate solamente en los primeros dos minutos hasta que domines esa etapa antes de avanzar al siguiente nivel—. Finalmente, terminarás dominando el hábito que originalmente habías deseado desarrollar mientras sigues manteniendo tu atención donde debe estar: en los primeros dos minutos de la conducta.