Jaime Llidó Domingo

58%
Flag icon
Sin importar lo constante que seas con tus hábitos, es inevitable que la vida te interrumpa en algún momento. La perfección no es posible. Antes de que pase mucho tiempo, una emergencia puede surgir —enfermas o tienes que viajar por trabajo o tu familia necesita un poco más de tu tiempo. Cuando algo como esto me sucede, trato de recordarme una simple regla: «Nunca dejes que pase dos veces».
Hábitos atómicos: Cambios pequeños, resultados extraordinarios
Rate this book
Clear rating
Open Preview