Al igual que en las demás partes del mundo, en Haití y la República Dominicana algunas de las consecuencias de toda esa deforestación son la pérdida de madera y otros materiales constructivos de los bosques, la erosión del suelo, la pérdida de la fertilidad del suelo, la acumulación de sedimentos en los ríos, la pérdida de protección de las cuencas y, por tanto, de potencial de energía hidroeléctrica, y el descenso de la pluviosidad.