¿Qué extraño…? Los colores. El verde del Ávila, el azul del cielo en la autopista, el amarillo de la tarde y el rojo de las cayenas en el jardín. Extraño el sucio, el desorden, el guacal de sandías cortadas por la mitad, las guayabas siempre podridas. Extraño lo que aborrezco, lo que ahora está lejos. Y aunque solo me limito a decir colores —los colores—, algo estalla en mi mente, un mango maduro, una parchita estropeada. Algo estalla contra la acera, contra la cabeza de alguien. Bang, bang, bang.

