Haksito Flores

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Yo, como siempre, peleé por hacerme con la ventanilla. Yo, como siempre, gané, porque lo único bueno de ser la única mujer con cuatro hermanos hombres, era que el papá se derretía por darme gusto. A veces se quedaba mirándome como si no hubiera en el mundo nada más que mirar y yo me perdía en sus ojos y en su risa y en sus muecas, sin saber que me pasaría el resto de la vida evocándolas para que no se me olvidaran.
Cómo maté a mi padre
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