More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
pero todos tenemos muchas vidas, unas debajo o justo al lado de las otras. Ciertas vidas esperan su turno porque no han sido vividas en absoluto, mientras que otras mueren antes de haber cumplido todo su tiempo y otras esperan ser revividas porque no han vivido lo suficiente.
La muerte es la gran metedura de pata de Dios, y el ocaso y el alba son su forma de ruborizarse de vergüenza y pedirnos perdón cada día.
hay gente con el corazón destrozado no porque les hayan hecho daño, sino porque no han conocido nunca a nadie que les importara lo suficiente como para que les hiciera daño
Se te puede partir el corazón sin que presentes síntomas. Incluso sin saberlo.
—Todo lo que había vivido hasta entonces era tan solo un preludio, un compás de espera, tiempo pasado y tiempo perdido hasta que te conocí.
Somos como la Luna, que le muestra unas cuantas facetas a la Tierra pero nunca la esfera completa.
Le ofrezco a la gente solo esa esquirla de mí que creo que captarán. A otros les muestro otras porciones, pero siempre hay una faceta de oscuridad que me guardo para mí.
El orgullo es el apodo que le ponemos al miedo.
Qué voz tienes. Si se pudiera, me gustaría besarte la voz.
¿A cuántas capas de profundidad están quienes creíamos conocer solo porque los queríamos?
El tiempo no proyecta sombras y la memoria no tira cenizas.
Le temps d’apprendre à vivre il est déjà trop tard.
Sobre todo me gustaba su frente, que no era plana sino redondeada y que insinuaba pensamientos que yo no podía poner en palabras pero quería conocer,
La música no es más que el sonido de nuestro arrepentimiento dentro de una cadencia que despierta la ilusión de placer y esperanza. Es el recordatorio más seguro de que estamos aquí durante poco tiempo y hemos descuidado o traicionado nuestra vida o, peor todavía, hemos fracasado al vivirla. La música es la vida no vivida.
el tiempo, como había dicho él antes de que nos abrazásemos y nos fuésemos a dormir muy tarde aquella noche, el tiempo es siempre el precio que pagamos por la vida no vivida.