Flavel: Si descuidas la instrucción de tus hijos en los caminos de la piedad, ¿acaso también el diablo se descuidará en instruirlos en el camino de la maldad? No. Si no les enseñas a orar, el diablo les enseñara a maldecir, a insultar y a mentir. Si un campo no se cultiva, crecerán cardos y espinos.[4]

