Los cristianos también deben ser cautelosos antes de casarse con alguien que se haya divorciado. Si el divorcio no fue por razones bíblicas (por ejemplo, por inmoralidad sexual [Mt 19:9] o por el abandono del inconverso [1Co 7:15]), entonces Jesús dice que estás cometiendo adulterio porque te estás casando con alguien que debería estar con la persona que era su cónyuge (Mt 5:31-32).