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Kindle Notes & Highlights
Uno de los ideales estéticos que guía el diseño de los jardines japoneses se llama Yohaku no bi, que quiere decir «belleza del vacío». Según este ideal, el vacío es la parte útil de las cosas: un vaso no es el cristal, sino el vacío de su interior.
me siento una criatura que necesita ser entretenida constantemente o se disuelve. Intento una y otra vez armarlo, oscilo entre sentirme una genia y una imbécil, no tengo inteligencia espacial.
Lavo a mano también para intentar entender desde el tacto.
Estoy intentando verme los límites, es una terapia extrema. Provocar al cuerpo hasta que reaccione como un yoga vicioso, introducir o dejar de introducir lo que sea, como si todo fuera un experimento. La boca pastosa. El miedo a abrir la heladera. El mismo miedo a salir por la puerta. La parálisis de las compras. Los días pasan por la cama. La luz en sus distintos momentos, angustia en degradé.
Dudo que me guste realmente la cerveza, creo que nada más estoy intentando apagar la corporalidad. Matar alguna cosa.
¿En qué momento dejamos de ser niñas? Como el símil del barco al que progresivamente le cambian las partes hasta que no sobrevive nada del original. ¿Hasta qué punto somos nosotras mismas?
Se sabe mucho por la marca de los cosméticos de alguien. Se sabe si su familia tiene casa en la costa, un campo o ambas. ¿Se podrá intuir de mí una madre suicida, una tía actriz, un padre nuevo rico? Algo que siempre me ocupó es que no se entienda bien de dónde vengo.
No sé qué hubiera querido mi mamá que hiciera con la plata. No es mucha, pero quizás podría haberla invertido antes de usarla para alimentar la inercia de esta pequeñoburguesa precarizada que resulté ser. Compraría un taxi y lo manejaría, sería una buena salida para mis noches sin dormir. Escucharía Aspen, sin dudas. Conocería personas que nunca voy a volver a ver. Escucharía sus historias para juntar partes del mundo y volverlo a armar.
No descarto estar desarrollando algún delirio paranoide, mi sensación es que las personas se aburren conmigo. Quizás es simplemente que mi capacidad de prestar atención es defectuosa y nadie quiere estar con alguien que parece irse del planeta en medio de una conversación. Se me abren mundos todo el tiempo, mundos subterráneos de ideas e imágenes espesas que no me permiten registrar los detalles del presente.
El ecosistema de una fiesta: conquistar por deporte, no saber irse a tiempo.
La luz blanca de los días nublados destapa las fallas que lo dorado del sol tiende a rellenar. Es una luz más dura, o nuestra visión es más dura cuando esperamos sin esperar la lluvia que siempre vuelve sin ser más que eso, agua que pasa.
Una sabe, sabe que las personas evitan mostrarse afortunadas. Eso por momentos duele más que la misma muerte, porque el silencio resalta.
Nunca pudimos llegar a un acuerdo con esto, mi padre quiere que maneje, pero quiere que lo haga a su modo y en el auto que él elija para mí. Tengo licencia desde los diecisiete, y hoy con casi treinta soy la vergüenza de la familia que conserva en Nordelta, yo orgullo pedestre y ellos todos son timonel.
Me quema por dentro la sensación de que podría pasar toda la vida con él, solo porque el amor es, quizás, algo cercano a acompañar al otro incluso pensando que es una ridiculez. En ese momento lo amo, es como un fuego artificial, quizás no sea él, quizás es simplemente una idea muy clara de cómo deseo que algunas cosas sean de acá en más.

