relaciones. El crítico externo se desarrolló en reacción a unos padres en los que era demasiado peligroso confiar. El crítico externo nos ayudó a ser hiperconscientes de la señal más sutil de que nuestros padres se estaban deteriorando hacia sus comportamientos más peligrosos. Con el tiempo el crítico externo creció hasta creer que todo el mundo acabaría siendo inevitablemente tan indigno de confianza como nuestros padres.

