Si ves esos hechos a través del cristal de la perspectiva ingenua, sólo te fijarás en lo que los demás te hicieron: los malos tratos que soportaste de su parte, las ofensas o heridas que sentiste. Invierte esto y comienza por ti: cómo fue que viste en los demás cualidades que no poseían, o por qué ignoraste las señales del lado oscuro de su naturaleza. De este modo podrás ver claramente la discrepancia entre tus ilusiones acerca de cómo son ellos y la realidad, así como el papel que tú mismo desempeñaste en la forja de esa discrepancia.