debemos ser capaces de negar nuestro ego. Somos por naturaleza criaturas temerosas e inseguras. No nos gusta lo desconocido. Para compensar eso, nos afirmamos con opiniones e ideas que nos hacen parecer fuertes y seguros. Muchas de esas opiniones no provienen de una reflexión profunda, sino que se basan en lo que piensan otras personas.