Salvar el fuego

by Guillermo Arriaga

«Con él, sería bañarse en otra clase de luz solar, densa y grande y sudorosa: y luego, el olvido. Como persona, él no existía. Sería tan solo un baño de vida cálida y poderosa; luego la separación y el olvido»,

En la playa de su naufragio refulgieron los recuerdos como trozos de vidrio que, de tan pulidos por el oleaje, ya no cortan. El pasado ya no lo hería. Por fin llegaba la luz. La luz.