por qué me casé con él las respuestas serían: porque me complementaba; porque era divertido y me hacía reír; porque era noble y dulce; porque era trabajador y responsable. En palabras de mi madre: «El hombre ideal para casarte». Según ella, yo necesitaba a alguien que no tuviera la cabeza tan enredada como la mía. Requería de alguien con certezas, sin bruscos claroscuros. Me casé a sabiendas de que tendríamos poco en común, que nuestras conversaciones de sobremesa se agotarían con rapidez, que yo no entendería la pasión que despierta una copa Champions y que él nunca se acercaría a una obra de
...more

