More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Blanca me confesó muchos años después que ella había estado enamorada de mí casi desde el primer día, pero que, como yo nunca había movido ficha, había decidido pasar página. Me lo contó durante una cena de aniversario y la complací respondiéndole que yo también sentía lo mismo, pero había tenido miedo a cargarme nuestra amistad. En aquel momento no fui consciente de que era una mentira piadosa, pero ahora sé que lo fue.
Y porque en aquel otoño tan difícil en que me condené y me salvé al mismo tiempo, aprendí algo que nadie me había enseñado en más de treinta años: que todos, antes o después, acabamos anteponiendo nuestra propia felicidad a la de las personas que más queremos.
Y porque me di cuenta de que aquella madrugada podría ser no solo la última vez que viera a David en mi vida. También era muy probable que fuera la última vez que pasara la noche con otro ser humano en casa. Y esa perspectiva de soledad era desoladora.
Todo el mundo me decía que algún día volvería a ser feliz, pero a nadie se le había ocurrido mencionarme que el mejor sentimiento del mundo era la paz. El corazón latiendo a un ritmo tranquilo.

